La luz es absolutamente fundamental a la fotografía – de hecho, la palabra fotografía viene de las palabras griegas «phos» (luz) y «Graphe (dibujo) – interpretado como» dibujar con luz”.
En cualquier situación el tipo de luz afecta fundamentalmente a la forma en que nuestra fotografía se proyecta. Y, sin embargo, es muy fácil dar la luz por sentada, y no percatarse de la calidad o el tipo de luz que está prevaleciendo en la escena.
Esto no se debe a que los fotógrafos sean perezosos y descuidados! Una gran parte de la razón es que nuestros ojos y cerebro son mucho más sofisticados que una cámara, y compensan las diferencias en la calidad de la luz. Por ejemplo, en una escena con luz brillante y sombras oscuras, vemos en general todo uniformemente iluminado – pero nuestra cámara no puede hacerle frente a esta gama de luminosidad muy bien, lo que resultara en un contraste alto en el producto final.
La luz natural varía de diferentes maneras. En primer lugar entendamos la calidad de la luz en términos de dura o suave. La luz dura es el tipo de luz que obtenemos de una superficie aparentemente pequeña, por ejemplo el sol (aunque no es pequeño) en un cielo despejado, una bombilla incandescente o un reflector, esta luz crea sombras muy definidas. En el otro extremo, un cielo completamente encapotado se producirá una luz suave y difusa. Entre estos dos tipos, una ligera capa de nubes puede brindar una luz brillante, pero aún difusa.
La luz dura iluminará algunas zonas completamente mientras mantiene otras en la sombra, la luz suave proporcionará una iluminación mucho más uniforme en toda la escena.
En segundo lugar, la dirección en la que la fuente de la luz viene afectará dramáticamente las fotografías. En un día nublado, cuando la luz es difusa, la dirección de la luz no es un factor muy importante. Pero en un día claro, la luz del sol puede venir diferentes direcciones de acuerdo a la hora del día – arriba o bajo en el cielo, en frente, detrás, a un lado.
Cuando el sol está justo encima de uno, rara vez será una buena luz para la fotografía, ya que crea un alto contraste sin revelar ninguna forma o textura. Para la fotografía de paisajes, una luz tenue viniendo de un lado a menudo es la mejor, ya que se dibuja través del paisaje, enfatizando cada contorno. Si usted fotografía un sujeto más pequeño, como una flor, o a una persona, la luz lateral también puede ser hermosa, pero es posible que tenga que balancearla ligeramente mediante el uso de un reflector para empujar un poco de luz devuelta hacia el lado en sombra del sujeto.
Cuando el sol está en frente de usted puede crear una preciosa iluminación de fondo sobre objetos traslúcidos, o hacer siluetas dramáticas de objetos sólidos. La luz que viene de atrás mostrará color y detalle en el sujeto, pero no mostrará su textura tanto como la luz lateral lo haría.
Una de las cualidades de la luz que es más difícil para nosotros tener en cuenta es la temperatura del color. La luz natural tiene un rango de temperaturas de color, los cuales a menudo no somos conscientes porque nuestros ojos compensan a haciendo que todos parezcan uniformes – pero el sensor de la cámara grabará las diferencias en la temperaturas de color de la luz.
Al principio de un día claro, cuando el sol está bajo en el cielo, la luz tendrá un tibio color rojizo. A medida que el sol sube, la luz se pone más fría, y cuando el sol está en lo más alto el color dominante será bastante frío y azul. Luego, a medida que el sol vuelve a bajar hacia el horizonte, el matiz de color se calienta de nuevo.
En un día nublado, la luz tendrá una temperatura fresca de color azul y si se fotografía un sujeto que está en la sombra en un día soleado claro, también tendrá un tono de color azul.
Podemos compensar estos matices de color mediante el balance de blancos en nuestra cámara – para más detalles sobre esto puedes ver esta entrada.
No podemos controlar el tipo de luz natural que encontramos en cualquier situación, pero si nos hacemos más conscientes de sus cualidades, entonces podemos entender cómo hacer el mejor uso de ella en nuestra fotografía.